Actualmente, uno de los problemas más frecuentes que se presenta tanto en adultos como en jóvenes y adolescentes –sobre todo en estos últimos- es la incapacidad de relajación. Solemos hacer ejercicio, entregarnos a tareas múltiples, dedicar gran parte del día a las actividades laborales. Pero no sabemos relajarnos y conseguir que, sin abandonar el ritmo de actividad, ésta se convierta en una “acción relajada”.
Pensar con claridad significa tener la mente en calma
La ansiedad, la apatía, o bien, estados mentales en los que hay falta de claridad de ideas y de concentración dan lugar a circunstancias en las que la pesadez y el cansancio son cuadros frecuentes, que achacamos a la mala situación general del mundo, de la sociedad, de que todo el mundo anda igual, como si esto fuera algo de lo que no podemos escapar.
Sin embargo, la importancia que damos a cada situación por la que pasamos en la vida es lo que nos hace vivir de una u otra forma y la respuesta que damos a dicha situación es lo que nos diferencia como individuos. Y esta respuesta se relaciona directamente con los recursos y herramientas que tenemos para enfrentar cada momento y poder decidir cómo lo vamos a enfocar.
Si dispongo de recursos, puedo lograrlo
Ya lleva años el descubrimiento de que el corazón no sólo es el órgano que bombea sangre sino que, es todo un sistema de procesamiento de información. Hay cantidad de nervios que salen del corazón hacia el cerebro, más incluso que en dirección contraria. El corazón comunica información al cerebro y al cuerpo entero a través de vías neurológicas (sistema nervioso), bioquímicas (hormonas y neurotransmisores), biofísicas (ondas de presión sanguínea) y energéticas (campos electromagnéticos).
El patrón rítmico de bombeo del corazón es altamente sensible a los cambios emocionales. Denominamos a este patrón HRV (Heart Rate Variability) y cuando este patrón se coloca en una relación ordenada de ondas simétricas es cuando todo el organismo entra en coherencia, en equilibrio y permite un funcionamiento ideal de todas las funciones del ser humano. Un patrón cardíaco coherente indica una perfecta sinergia cerebro-cuerpo-emociones que facilita la claridad de ideas y la toma de decisiones conscientes.
¿Podemos actuar sobre el corazón y lograr con una sencilla técnica que su HRV se mantenga en estado de coherencia?
¿Es posible para todos lograr que el corazón y el cerebro se acompasen?
¿Es fácil?
La respuesta es:
Con una sencilla técnica, podemos llevar nuestra HRV a un grado de coherencia tal que se abra una verdadera autopista de comunicación con nuestro cerebro y éste se adhiera al ritmo cardíaco resonando en coherencia y por tanto, desarrollando un rendimiento óptimo y saludable que repercute en todo el organismo: el estado general del cuerpo, nuestro estado emocional, la sensación de bienestar y la ausencia de estrés.
Se ha desarrollado una cierta tecnología para obtener ese estado de coherencia cardíaca, pero sin menospreciarla, practicando una sencilla técnica –que puede ser ampliada después- podemos lograr ese estado de coherencia por nuestros propios medios.
Permítete conocer y practicar esta técnica sin riesgo y con los mejores resultados.
¿Tienes una empresa?
¿Eres el responsable de un grupo de trabajo?
¿Trabajas en Recursos Humanos?
¿Necesitas activar el trabajo de un grupo?
La aplicación del Programa de Coherencia cardíaca incide en el ámbito de las organizaciones creando entornos más resilientes y saludables, mejorando el bienestar global de las personas que lo integran.
La mejora de la satisfacción laboral, la reducción del estrés y los cambios positivos en el ambiente laboral son marcadores que se manifiestan desde las primeras sesiones. Todo ello se traduce después en el ROI, en un breve espacio de tiempo.
¿Te dedicas a la docencia?
¿Estás cursando alguno de los niveles de enseñanza como alumno/a?
¿Trabajas en el Departamento de Orientación de un Centro escolar?