Genial, porque todo son ventajas. Esta práctica te ayuda a conocerte mejor, te equilibra cuerpo y mente, te enseña a respirar (sí, a respirar) y te aporta flexibilidad, tonificación y fuerza a través de sus distintas posturas, conocidas como ‘asanas’.
Dependiendo de si empiezas de cero o no y de qué objetivo buscas al practicarlo, te contamos que según el momento que estés viviendo puedes personalizar tu práctica y elegir lo que más te convenga.