La resonancia es un término que refleja cómo un ser humano se puede afectar por el comportamiento de otro.
Si algo que tú dices me resuena, es porque estoy poniéndome en la misma sintonía que tú, que hay en mí un reflejo de aquello que tú me aportas.
Cuando hablamos de música, de sonido, podemos atender a la resonancia como efecto de una afinación sobre otra. Pero no es sólo éste el mayor efecto que produce en nosotros el sonido. También podemos hablar de arrastre, cuando un sonido nos lleva, nos arrastra hacia él y la frecuencia en que vibramos se ve contagiada o arrastrada por la frecuencia de ese otro sonido.
Todos estos conceptos son los que maneja la Sonoterapia, una ciencia emergente que está ayudando a mucha gente a sanar. Porque todo en el universo es vibración. Un efecto de arrastre, no sería más que el efecto de un ritmo y un tempo externos sobre nuestros ritmos internos.
Pero hay más. Nuestro cerebro inteligente sabemos que actúa siempre en modo ahorro, es decir, intenta no tener que procesar todos los estímulos que le llegan como si fueran nuevos. Para ello, crea patrones. Cuando nuestro cerebro recibe una información trata de encajarla con alguno de los patrones que posee y de acuerdo a la similitud o coincidencia, actúa. De este modo, tampoco necesita esperar a tener una información completa, sino que con los primeros inputs ya encaja esa primicia en un posible patrón. De ahí que podamos leer viendo sólo la mitad de la línea que ocupan las letras; nuestro cerebro interpretará el resto que no vemos –normalmente la parte superior de la línea- y será capaz de leer la frase completa.
Con el sonido pasa lo mismo. Una vez que un sonido está «entendido», procesado por nuestro cerebro, esos datos seguirán estando ahí, pero ya como un evento de fondo pasivo, que el cerebro manejará con mucha rapidez, identificándolo y poniéndolo al servicio de aquellos órganos para los cuales pueda ser beneficioso.
Resonancia, en todas sus formas, es el tema general de todas las tecnologías sonoras que pretenden afectar a cuerpo y mente. Frecuencias binaurales, solfeggios, armónicos, cantos gregorianos, mantras, etcétera, sus efectos se basan en cómo hacen vibrar tu sistema nervioso a través de la interpretación que tu cerebro haga de ellos.
La práctica, tu práctica, ahora que podemos disponer de medios ideales para disfrutar de los sonidos curativos, será lo que traiga hacia ti el conocimiento y la experiencia del poder sanador de los sonidos, esa ciencia que llamamos Sonoterapia.
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